Mirando de reojo en la tele el conventillo inventado alrededor de la formación de Boca para jugar con All Boys, discutíamos con el Cusifai respecto al grado de degradación ética al que han llegado los medios, en este caso, el periodismo deportivo.Aunque tampoco es correcto ni justo decir “los medios” o “el periodismo deportivo” otorgándole a cada término una entidad de sujeto que no tienen.
Ni unos ni otro existen.
Es una generalización improcedente ya que, como está de moda decir, son colectivos que en sí mismos nada significan, si no se pispea el contenido. Quién o qué los rellena.
Olé, Marca o Tutto sport no existen como ente consciente de pensamiento propio.
La famosa "línea editorial" se termina para cada uno cuando se va del lugar.
Si ningún periodista hubiese adherido a la "linea editorial" de diario nazzi El Observador del Pueblo, promover la figura de Hittler hubiese sido mas complicado.
No son “los medios”, son los tipos que allí trabajan los que hieden a basura y les transfieren su hediondez.
No es FOX, es Niembro el canalla que promueve DT’s , jugadores y politiqueros desde la mesa de la que, siempre esperamos sea, su “Última palabra”.
No es FOX el que promociona con descaro y repugnante ostentación “ganar de cualquier forma”, es Pons el inescrupuloso que da el mensaje .
No es La Red la que opera a favor de algunos y en contra de otros, son Closs y Palacio los mercaderes de la palabra que la venden al mejor postor.
No es América, son Passman y Fantino los que acomodan su discurso a la conveniencia momentánea de quién les paga.
No es canal 7 ni el “Futbol para todos” lo que repugna de anacronismo, discriminación y mediocridad. Es Araujo, devenido de promotor del neoliberalismo a “relator del pueblo” quién sabe porqué inescrupulosos intereses, el que da asco.
Son las personas, no son los espacios, ni los trabajos, ni las circunstancias los responsables.
No cabe la obediencia debida.
Ni en esto ni en nada.
La dignidad de las personas está por encima de trabajos, patrones y profesiones.
Ninguno de estos tipejos lo hace por hambre.
Solo ambición, avaricia y mezquindad personal.
Quien se escuda en la pérdida del trabajo, o en el temor a represalias, disfraza y disimula su conveniencia y acomodamiento a las ventajas que le dan las circunstancias.
Algunos ni disimulan.
Son canallas, no por mantener el trabajo, lo son por vocación canallesca.
Cuesta encontrar espacios y gente que los rellene, con un pensamiento y opinión liberados de la conveniencia eventual del grupo o del individuo.
Pocos dicen y hacen lo que deben.
La inmensa mayoría hace y dice lo que le conviene.
Y lo que le conviene siempre está emparentado a su ganancia.
Ni siquiera la excusa de otra ideología los salva. La mayoría ni la tienen.
Solo les importa transitar caminos que los acerquen a la comodidad obscena del poder que les da la plata.
Ayer, pudimos casualmente presenciar en C5N el bochornoso espectáculo entregado por Rossi y Feimann, quienes dieron como noticia un brulote publicado en Playfutbol, pagina deportiva de Infobae (ellos mismos), respecto a una pelea de JRR y Falcioni.
Escucharlos y verlos sirvió para confirmar que la vergüenza y la moral son características atrofiadas, desaparecidas en estos personajes.
El cholulismo y la embobada alegría con que recibieron la llamada de JRR para decirles que eran unos mentirosos solo se explica porque valoran más “la primicia” de la palabra de JRR que la exposición pública de su mentira.
La frutilla del postre, "volcan de mierda a la Rossi", la puso Feimann mangandole al aire una camiseta a JRR, a quien se cansó de criticar en epocas de renovación del contrato o cada vez que confronto con el hijo tonto de Franco o sus secuaces.
De hecho, ambos aceptaron al aire como veráz la versión de JRR, pero después le dieron crédito a lo que escribieron sus secuaces en la web.
Solo para mantener la polémica y su participación.
Y su objetivo estuvo listo.
Hoy hablaron de ellos, de su nota.
Parasitaria de la notoriedad de un protagonista y fundada en una farsa inventada a conveniencia, pero funcional a su miserable ansia de notoriedad.
Se burlan de Fort, de los chabones del GH y de cualquier otro personaje de la caricatura mediática, pero solo se diferencian en la puesta en escena, en la solemnidad o la supuesta profesionalidad con la que se mueven.
Sus motivaciones y sus objetivos son los mismos que los de Guido Suller o Zulma Lobato pero los ejecutan con menos honestidad.
Lo mismo hace Fantino en su programa de fin de semana, buscando descaradamente el conventillo, el chisme. Cambiando alternativamente de posición según convenga a su interés.
Sin una pizca de análisis o evaluación seria. Solo la búsqueda del degradante, para los otros participantes, quilombo mediático, del bataclanismo deportivo.
Mala época para la profesión de informador o analista de la realidad.
En cualquier ámbito.
Pocos estoicos, demasiados fenicios.
Joseph Goebbels quien se inició como periodista, nada menos, escribió en 1943 referido a la pérdida de independencia de la prensa durante la guerra: “Todo hombre que aún conserve algo de honor tendrá cuidado de no convertirse en periodista"
Por estos días la mayoría se empeña en darle la razón.
Salute
P.D: Gracias Patricio Rey por el título
