Asi los vemos...

Sobre River

Por Juan José Panno en Pagina 12

Los Pérez García era un programa de la radio que causaba sensación a mediados del siglo pasado. Se trataba de una familia cuyos integrantes atravesaban cotidianamente diferentes situaciones conflictivas, como en cualquier radioteatro o telenovela familiar que se precie. En aquellos tiempos se popularizó la frase que hoy se sigue repitiendo: “Tiene más problemas que los Pérez García”. A River le cabe el dicho:
Está en zona de promoción en la tabla.
Está en zona de confusión en su juego.
Hace siete fechas que no gana.
Tiene algunos pibes como Cirigliano y Lanzini que pintan lindo, pero se sienten abrumados por la responsabilidad.
Tiene lesionado a Almeyda, desgastado a Ortega, pinchado a Pavone, deprimido a Buonanotte, inseguros a los del fondo.
Ayer, en su partido contra All Boys, el nombre de Pérez García volvió a asociarse a su presente. El salteño Matías Pérez García, que entró sobre la mitad del primer tiempo en reemplazo del lesionado Grazzini, jugó muy bien, manejó la pelota con criterio desde el andarivel derecho y participó en las mejores llegadas de su equipo, sobre todo en la acción previa al único gol del partido, cuando lo dejó solo a Juan Pablo Rodríguez para que metiera el zurdazo cruzado. En un rápido contraataque de su equipo hizo la pausa como corresponde y en el momento indicado cambió hacia el claro, con gran visión.
All Boys es un equipo modesto (su canto más repetido habla del asado que preparan los pibes, locos de la cabeza en la plaza del barrio, antes de ir a ver al equipo) y sus hinchas funcionan casi como una familia.
Lejos de padecer los problemas de los Pérez García, disfrutan de este paso por la Primera División convencidos de que no volverán a la B. Tiene 18 puntos (la misma cantidad que River) y si mantiene ese promedio quedarán a salvo de todo. Los albos de Floresta ya le ganaron a Boca, Independiente, River y Estudiantes. No es poco.
A River le ganó con lo justo, sin que le sobrara nada, pero sin que se pueda hablar de injusticia. Fue superado en el primer tiempo porque River mostró más recursos para manejar la pelota, pero no sufrió demasiados sobresaltos. En el segundo tiempo consiguió equilibrar el juego en el medio y definió el encuentro en una jugada capturada en tres cuartos de cancha, seguida por un rápido contraataque y hasta tuvo un par de buenas ocasiones para aumentar, entre las que se cuenta un puntazo del Gordo Fabbiani que dio en el travesaño.
River pudo empatar en un mano a mano de Buonanotte con Cambiasso que resolvió muy bien el arquero quedándose con la pelota y en un remate cruzado, violentísimo de Pavone que el arquero tapó con las dos manos, mandando la pelota al corner.
Entre los problemas de River, quizás el más importante es que llega muy golpeado al Superclásico. El consuelo es que Boca también

Sobre Boca

Por Gabriel Fernandez para Diario Popular

Este Boca de Claudio Borghi que anda de oferta por el Apertura ya había recibido varios golpes fuertes dentro de esta campaña oscura. Pero el del último sábado por la noche lo sacudió como ningún otro, lo dejó en estado de shock y con un proyecto a punto de derrumbarse de cara, nada menos, a la cita superclásica del próximo martes 16 en el Monumental.
Ni siquiera el regreso estelar de Juan Román Riquelme (jugó un partido más que aceptable), que en la previa había inyectado una gran dosis de optimismo en el hincha pero también en el clan más joven del plantel, logró revertir el juego de un equipo que arrastra un bajísimo promedio de efectividad, desperdicia la gran mayoría de las situaciones de gol que se le presentan, y que tampoco muestra inteligencia en los momentos clave, a tal punto que la desesperación lo desborda y lo lleva a regalarse demasiado y lo transforma en una presa indefensa para que cualquier rival con algo de resto, como ocurrió con Argentinos, le remate los partidos en el tramo final.
De todas maneras, con la aparición del “Diez” del pueblo xeneize, se notó una mayor profundidad en el juego de ataque y la media docena de jugadas de gol marcan una clara mejoría con relación a aquél clásico ante Independiente en Avellaneda.
“Creamos nueve situaciones de gol y no pudimos concretarlas y perdimos que es lo más preocupante”, dijo el mismísimo Claudio Borghi. El “Bichi” dejó pocas frases, mostró signos de desencanto y hasta dejó de lado su discurso habitual, ese con el que trata de desdramatizar al fútbol, para asegurar que “el superclásico hay que jugarlo y ganarlo”.